miércoles, 2 de julio de 2014

El adiós a Uriel

Siguiendo con la historia, hace una semana el susodicho de la entrada anterior me mandó un mensaje para saber si podríamos ir a tomar unas cervezas. El alcohol entre él y yo siempre es factor de ablandar las asperezas y dar pie a lo físico, entonces no le respondí. Me llamó y no atendí la llamada. Harta de ese ir y venir le marqué, me dijo que estaba cerca del periódico que si íbamos a beber y platicar, no acepté en primera instancia. Después de unos minutos, le dije sí, acepto. 
Lo vi y platicamos plácidamente. Él me vio feliz y hasta más joven. Yo lo vi más centrado y tan terrenal.

Entre la plática pregunté por su novia:

-Y... ¿cómo vas con tu novia? -lo miré de reojo.
- Meh... -suspiró.
- Ok, cambiemos de tema.

Y ahí, sólo ahí, se aclaró todo: para eso me buscaba insistentemente para no estar solo, tener alguien con quien divertirse, alguien que lo tuviera a flote de su infierno y hundirme en él y con él de nuevo. ¿Y saben qué? No, gracias. Suficiente tuve con vivir siendo la otra y esconderme para demostrarle mi afecto o emborracharnos para justificar lo que hacíamos. No, ya no más, Uriel.

Lo mejor fue que al despedirnos, él me abrazó con fuerza y sentí esas ganas de no quererme soltar como quien sabe que es la última vez que lo ves; pues sí esa sensación. Sólo me separé, le sonreí y dije "adiós, cuídate mucho".

Más tarde recibí este mensaje:
"Te pregunté si ya tenías novio cuando no me contestaste porque pensé que ya lo tomabas en serio y dejarías de tontear conmigo... pero al parecer sólo dejaste de tontear conmigo porque ya no querías hacerlo.", así las cosas. Lo sentí un poco dolido y hasta ardido; pero nada cambia las palabras de decirle, a muy buen tiempo pese a todo: "adiós, Uriel, cuídate mucho".


Y estoy feliz.

Mayo, 2013 
Acá la crónica de las cosas con él: Talón de Aquiles 

1 comentario:

  1. Existe un limite para toda situación, nada mejor que nunca llegar a el, pero cuando se llega, retirarse y entender que no todo es como quiero ni todo lo que quiero es todo.

    ResponderEliminar